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El Nuevo Gravamen Temporal Energético: Claves para Entenderlo
En respuesta a las necesidades del sector energético y las dinámicas económicas actuales, el Gobierno de España ha establecido un nuevo gravamen temporal sobre las empresas energéticas, mediante un real decreto-ley10/2024, de 23 de diciembre. Este impuesto, que entrará en vigor en 2025, aplicará un tipo impositivo del 1,2% sobre la facturación de aquellas compañías del sector con ingresos superiores a 1.000 millones de euros.
El objetivo de esta medida no es solo aumentar la recaudación, sino también incentivar inversiones estratégicas en proyectos clave para la transición ecológica y la descarbonización de la economía.
A continuación, desglosamos las claves de esta nueva medida, sus bonificaciones y los desafíos que enfrenta en su implementación.
¿Qué es el gravamen temporal energético?
El gravamen temporal energético es una prestación patrimonial de carácter público no tributario, dirigida a personas y entidades consideradas «operadores principales» en el sector energético. Según la Resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), los obligados al pago son aquellos que, durante 2024, hayan generado al menos el 75% de su volumen de negocios en actividades como la extracción, minería, refinado de petróleo o fabricación de productos de coquería.
El objetivo del gravamen es adaptar la regulación económica a las necesidades actuales, fomentar la competitividad en los mercados energéticos y establecer incentivos para las inversiones estratégicas en el sector.
¿Qué implica el nuevo gravamen a las energéticas?
Este gravamen afecta principalmente a las grandes empresas energéticas que operan en España, excluyendo aquellos negocios regulados, actividades fuera de España y regiones extra peninsulares. El 1,2% de la facturación se aplicará a aquellas empresas que superen los 1.000 millones de euros de ingresos. Esto busca crear un impacto económico significativo y contribuir a la sostenibilidad del sistema energético, al tiempo que se fomenta la innovación tecnológica en energías renovables.
¿Quién está exento del pago?
No todas las empresas energéticas estarán obligadas a abonar este gravamen. Estarán exentas aquellas personas o entidades que cumplan con al menos una de las siguientes condiciones:
- Que el importe neto de su cifra de negocios en 2019 sea inferior a 1.000 millones de euros.
- Que menos del 50% de su cifra de negocios en los años 2017, 2018 y 2019 derive de actividades relacionadas con el sector energético.
Además, para aquellas entidades que forman parte de grupos fiscales o mercantiles, el cálculo del importe neto de la cifra de negocios se realizará considerando el conjunto de entidades del grupo.
Principales características del gravamen
– Fecha de obligación de pago: La prestación deberá ser satisfecha el 1 de enero de 2025, mientras que el pago final se realizará en septiembre de ese mismo año.
– Base de cálculo: Se aplicará un 1,2% sobre el importe neto de la cifra de negocios derivado de las actividades desarrolladas en España en 2024, excluyendo ingresos regulados o impuestos específicos (como el Impuesto sobre Hidrocarburos).
– Pago anticipado: Los obligados deberán realizar un pago anticipado equivalente al 50% del gravamen estimado durante los primeros 20 días de junio de 2025.
Incentivos fiscales para inversiones en energía limpia
Una de las novedades clave de este gravamen es, por un lado, la inclusión de importantes bonificaciones fiscales para las empresas que realicen inversiones estratégicas en el ámbito de la transición ecológica y la descarbonización. En este sentido, este incentivo busca no solo alinear los intereses fiscales con los objetivos de sostenibilidad, sino también fomentar el compromiso con el medio ambiente en el sector energético.
De igual forma, las empresas energéticas pueden solicitar al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico un informe motivado, lo que permitirá determinar si sus inversiones se ajustan a las condiciones de «inversiones estratégicas». En consecuencia, estas inversiones deben ser fundamentales para proyectos de energías renovables, almacenamiento energético, eficiencia energética y otras tecnologías verdes.
¿Cómo funcionan las bonificaciones?
Las bonificaciones funcionan de la siguiente manera:
- Si el importe de la inversión es igual o inferior al impuesto a pagar, las empresas podrán deducir el 10% del gravamen.
- Si la inversión supera el importe del gravamen, la deducción puede alcanzar hasta el 30%.
- Límite máximo: la bonificación no podrá superar el 60% del impuesto, dependiendo de la proporción entre el gravamen y la inversión realizada.