Revisamos la existencia de puntos calientes y otras posibles fallas de la instalación mediante la última tecnología de termografía y termografía dron.
Y por último, limpiamos a fondo cada panel con hidrolimpiadoras a rodillo adecuadas para dejarlos relucientes sin dañarlos.

Caso real: detección, aviso y solución
Con la intrusión masiva de calima (polvo subsahariano) durante el primer fin de semana de febrero de 2021, todo el Este peninsular amaneció bajo un manto ingente de tierra rojiza.
Este arena del desierto afectaba al rendimiento de las instalaciones solares al hacer de barrera entre los rayos del Sol y el propio panel.
Es un ejemplo extremo de como los sedimentos o la suciedad puede afectar al rendimiento de una instalación fotovoltaica.
Lo vemos en cifras:
Analizamos los datos de producción de una instalación un día soleado antes de la intrusión de este polvo. El día 5 de febrero de 2021:

Observamos que la potencia proporcionada por la instalación fotovoltaica a las 13:00 horas es de 167,41 kW.
Ahora, comparamos los datos de este día con el día posterior, en el que nos afectó la calima, a la misma hora. El 6 de febrero de 2021:

Observamos que la potencia proporcionada por la instalación fotovoltaica es de 146,73 kW. Esto nos indica que la capa de tierra sobre los paneles ha reducido la potencia que provee la planta solar en 21,04 kW, lo que supone una merma del 12,57 %.
Tras detectar esta pérdida de rendimiento, por el equipo de seguimiento y monitorización que forman el departamento Konery 360º, se procede a la realización del mantenimiento correctivo para eliminar ese obstáculo o suciedad, mediante la limpieza exhaustiva de los módulos fotovoltaicos.
Tras llevar a cabo el mantenimiento, la limpieza y eliminación de la tierra, los datos de producción fueron los siguientes, el día 11 de febrero de 2021:

Como se aprecia, la potencia proporcionada por la instalación fotovoltaica para las 13:00 horas ha aumentado en 31,43 kW (un 21,47%).
Comprobamos que, no solo la producción ha aumentado si la comparamos con la producción de los módulos con calima, sino que ha aumentado también con los registros de los días anteriores a la llegada de esa tierra.
Lo que nos demuestra:
- Por un lado, la importancia de llevar un correcto seguimiento, para detectar y analizar como afecta cada uno de los acontecimientos atmosféricos que se producen (en este caso la lluvia de arena) y corregir ese obstáculo lo antes posible
- Por el otro, la importancia de un buen mantenimiento para cuidar y limpiar los módulos fotovoltaicos para que rindan al máximo y duren en un estado óptimo durante toda su vida útil.
Destacar aquí que la producción de la instalación irá mejorando, puesto que la radiación va a ser mayor debido al alargamiento de los días durante los próximos meses.