
Informe del mercado energético – agosto 2025
Evita pérdidas con termografía fotovoltaica: el mantenimiento predictivo que necesitas
La mayoría de los propietarios de instalaciones solares confían en que, una vez puesta en marcha, todo funcionará correctamente durante años. Y es cierto que los paneles fotovoltaicos están diseñados para durar. Sin embargo, lo que no todos saben es que las anomalías térmicas invisibles a simple vista pueden comprometer seriamente el rendimiento de la planta si no se detectan a tiempo.
En este contexto, la termografía fotovoltaica, basada en tecnología infrarroja, se ha convertido en una herramienta clave dentro del mantenimiento predictivo para anticiparse a fallos y evitar pérdidas de producción.
¿Qué es la termografía y por qué es tan importante en fotovoltaica?
La termografía es una técnica de diagnóstico que permite visualizar la temperatura de los objetos a través de cámaras térmicas. En el caso de una instalación solar, esta herramienta nos muestra diferencias térmicas anómalas en los módulos, que muchas veces son el primer indicio de que algo no está funcionando bien.
Microfisuras, células dañadas, conexiones sueltas, zonas sombreadas o diodos en mal estado no generan síntomas evidente, pero sí alteran la temperatura de la zona afectada. La termografía permite identificar esos puntos calientes antes de que se conviertan en fallos críticos o en pérdidas de producción significativas. Una simple imagen térmica puede revelar el motivo de una caída de producción del 10%, evitar la pérdida de una garantía por falta de mantenimiento, o incluso prevenir un sobrecalentamiento con riesgo eléctrico. Todo sin detener la instalación ni esperar a que el fallo se haga evidente.
Precisión y seguridad con drones térmicos
En Konery, integramos la inspección termográfica como parte de nuestro servicio de mantenimiento avanzado. Lo hacemos utilizando drones equipados con cámaras térmicas de alta resolución, que nos permiten sobrevolar las instalaciones y obtener imágenes térmicas precisas de todo el campo solar sin interrumpir su funcionamiento.
Esta tecnología nos ofrece dos ventajas clave: por un lado, permite analizar grandes superficies en poco tiempo, lo que resulta esencial en instalaciones industriales o plantas de autoconsumo de gran tamaño. Por otro, mejora la seguridad al evitar trabajos en altura o en zonas de difícil acceso.
Pero no nos limitamos a la inspección aérea. También realizamos termografía terrestre para revisar conexiones eléctricas, cuadros de protección e inversores, obteniendo así una visión completa del estado térmico de toda la instalación
Más allá del mantenimiento: eficiencia, seguridad y rentabilidad
La termografía no es solo una herramienta para detectar fallos, sino una estrategia clave para mantener el rendimiento de tu inversión solar a lo largo del tiempo.
Realizar una inspección térmica de forma periódica permite:
- Optimizar la producción energética
- Minimizar los costes correctivos
- Prolongar la vida útil de los componentes
- Documentar el mantenimiento ante seguros, auditorías o ayudas públicas
En Konery seguimos las buenas prácticas establecidas por el IDAE, aplicando los criterios del Pliego de condiciones técnicas para instalaciones fotovoltaica con el objetivo de que nuestras inspecciones térmicas mediante termografía fotovoltaica cumplan con los más altos estándares de calidad, seguridad y eficiencia.
¿Cuándo conviene hacer una revisión térmica?
Recomendamos realizar al menos una inspección termográfica al año, como parte del mantenimiento preventivo. También es muy recomendable tras eventos climáticos extremos (como granizo o vientos fuertes), en instalaciones que muestran caídas de producción inexplicables o cuando se acerca el fin de la garantía de los equipos principales.
Si eres una empresa que busca mantener su planta operando al 100%, una comunidad energética o un particular con autoconsumo doméstico, la termografía es una inversión en tranquilidad y eficiencia.
