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¿Qué es un sistema de back-up solar y por qué es esencial frente a apagones eléctricos?

¿Qué pasó el 28 de abril? El blackout que desconectó a España
El pasado 28 de abril de 2025, a las 12:23 del mediodía, España vivió un acontecimiento sin precedentes: un apagón eléctrico nacional que desconectó el sistema ibérico del resto de Europa. En cuestión de segundos, 15 GW de generación eléctrica se perdieron, dejando sin suministro a buena parte del territorio.
Aunque los efectos fueron visibles e inmediatos, las causas del apagón del 28 de abril en España aún se están investigando. Se han descartado varias teorías iniciales como un posible incendio en una línea francesa, un ciberataque o fenómenos atmosféricos extremos. Actualmente, las indagaciones apuntan a un desequilibrio brusco entre la generación y el consumo de energía, que habría provocado oscilaciones en la frecuencia del sistema y la activación automática de los mecanismos de protección.
Este suceso no solo pone sobre la mesa la fragilidad del sistema ante situaciones excepcionales, sino que también abre un debate técnico y necesario sobre el modelo energético del futuro.
Una red en transición: desafíos del modelo actual
La infraestructura eléctrica española fue concebida para un modelo centralizado y basado en energías tradicionales, donde la generación era previsible y gestionable. Sin embargo, la realidad energética de 2025 es muy distinta: el protagonismo de las fuentes renovables distribuidas —como la fotovoltaica o la eólica— implica nuevas exigencias técnicas.
Contrario a algunas opiniones precipitadas, las plantas solares no dejaron de producir. Lo que ocurrió fue que, ante una variación significativa en la frecuencia de la red, muchos inversores solares se desconectaron automáticamente como medida de protección. Esta reacción, aunque técnica y esperada, revela un aspecto clave: la urgencia de adaptar la red eléctrica para operar con seguridad y estabilidad en un entorno renovable y no gestionable.
De hecho, el 23 de mayo del pasado año 2024, España estuvo al borde de de un apagón por causas distintas. En aquel momento, REE atajó el problema desconectando de la red a las grandes industrias, te lo contábamos en este artículo del blog.
Medidas urgentes y mirada hacia el futuro
A raíz del blackout eléctrico o apagón del 28 de abril, se han planteado una serie de actuaciones prioritarias para reforzar la resiliencia de nuestro sistema eléctrico:
Aumentar la capacidad de almacenamiento energético, como los sistemas de baterías, para suavizar los desequilibrios entre generación y demanda.
Fomentar soluciones de respaldo para hogares y empresas, incluyendo tecnologías de autoconsumo en modo isla, que permitan seguir funcionando en caso de cortes generales.
Mejorar las interconexiones internacionales, aumentando del 5 % actual hasta alcanzar el 10 % que marca la Unión Europea como objetivo.
Estos pasos no solo ayudarán a evitar futuros cortes de luz masivos, sino que también consolidarán una transición energética sólida, segura y eficiente. Aun así, conviene mantener la prudencia: la investigación sigue en marcha y cualquier conclusión definitiva debe basarse en datos claros y verificables.
